Donde las dan las toman (y callar es bueno)
Hay de estos dichos que siempre están ahí y son como mantras.
Donde las dan las toman es un dicho muy usado y significa en breve : Quien hace daño a alguien o habla mal de él, suele recibir el mismo pago. Se emplea para advertir a quien ha hecho alguna faena (die iemand een hak gezet heeft ) que seguramente recibirá la réplica correspondiente.
Suele decir este refrán la persona que ha recibido el daño. Existe una tercera parte (y callar es bueno) que se emplea para reforzar el sentido del refrán; “y callar es bueno” se dice o bien la persona que ha sufrido el daño o bien una tercera persona que conoce lo sucedido.
Hay de estos dichos que siempre están ahí y son como mantras.
Donde las dan las toman es un dicho muy usado y significa en breve : Quien hace daño a alguien o habla mal de él, suele recibir el mismo pago. Se emplea para advertir a quien ha hecho alguna faena (die iemand een hak gezet heeft ) que seguramente recibirá la réplica correspondiente.
Suele decir este refrán la persona que ha recibido el daño. Existe una tercera parte (y callar es bueno) que se emplea para reforzar el sentido del refrán; “y callar es bueno” se dice o bien la persona que ha sufrido el daño o bien una tercera persona que conoce lo sucedido.
Es un refrán muy antiguo. En el libro de Don Quijote de Cervantes ya se menciona “Donde las dan, allí las toman”.
Este refrán también aparece como título en obras muy diversas, entre otras: comedias, en el siglo mexicana de 1957 que se llama así. El tema siempre es que una persona actúa de forma negativa, maliciosa, deshonesta, y debe afrontar las posibles consecuencias. Si haces algo mal deberás estar dispuesto a recibir lo mismo. Por eso todavía se ve este refrán en titulares de periódicos.
La segunda parte (callar en bueno) es también lógica, pues nadie tiene derecho a quejarse de que hagan con uno lo que él ha hecho primeramente.
Este refrán también aparece como título en obras muy diversas, entre otras: comedias, en el siglo mexicana de 1957 que se llama así. El tema siempre es que una persona actúa de forma negativa, maliciosa, deshonesta, y debe afrontar las posibles consecuencias. Si haces algo mal deberás estar dispuesto a recibir lo mismo. Por eso todavía se ve este refrán en titulares de periódicos.
La segunda parte (callar en bueno) es también lógica, pues nadie tiene derecho a quejarse de que hagan con uno lo que él ha hecho primeramente.