Hecha la ley, hecha la trampa
En 1734, el primer Diccionario de la Real Academia Española, ya registra la expresión y dice:
“Hecha la Ley, hecha la trampa”: Frase con que se explica, que el aumentar nuevas leyes, especialmente en el comercio y trato, suele dar ocasión para trampearlas.
El significado de este refrán es que una vez aparece una ley o regulación, inmediatamente después aparece un procedimiento para esquivarla sin ser castigados.
Hay otra version también muy Antigua que dice : Hecha la ley se inventa la malicia.
En 1734, el primer Diccionario de la Real Academia Española, ya registra la expresión y dice:
“Hecha la Ley, hecha la trampa”: Frase con que se explica, que el aumentar nuevas leyes, especialmente en el comercio y trato, suele dar ocasión para trampearlas.
El significado de este refrán es que una vez aparece una ley o regulación, inmediatamente después aparece un procedimiento para esquivarla sin ser castigados.
Hay otra version también muy Antigua que dice : Hecha la ley se inventa la malicia.
El origen de este refrán
Es muy antiguo, ya existía una version en latín: “Inventa lege, inventa fraude”. Pero lo que es curioso es que el origen también se atribuye a una historia narrada por un escritor antropólogo italiano que se llama Fosco Maraini. En un libro suyo explica la historia de unos monjes japoneses que solo podían comer carne de animales marinos. Sin embargo, conseguir pescado no era tan fácil como por ejemplo cerdos. Así que fueron muy listos y bautizaron al cerdo como “ballenas silvestres”.
Un ejemplo actual de ‘hecha la ley hecha la trampa’ es cuando se declaró que las Pringles no eran patatas fritas para pagar menos impuestos.
Es muy antiguo, ya existía una version en latín: “Inventa lege, inventa fraude”. Pero lo que es curioso es que el origen también se atribuye a una historia narrada por un escritor antropólogo italiano que se llama Fosco Maraini. En un libro suyo explica la historia de unos monjes japoneses que solo podían comer carne de animales marinos. Sin embargo, conseguir pescado no era tan fácil como por ejemplo cerdos. Así que fueron muy listos y bautizaron al cerdo como “ballenas silvestres”.
Un ejemplo actual de ‘hecha la ley hecha la trampa’ es cuando se declaró que las Pringles no eran patatas fritas para pagar menos impuestos.