Quien se fue a Sevilla, perdió su silla
Estas frases muy antiguas las utilizan niños pero también adultos cuando se disputan por la posesión de un objeto o una posición privilegiada, como una especie de "si querías el objeto o posición, no deberías haberlo dado o abandonado."
Cuando sales de la habitación y vuelves y la otra persona ha ocupado tu sitio, puedes decir : “Quien se fue a Sevilla, perdió su silla”
En un sentido más amplio, también puede aludir a por ejemplo la pérdida de un empleo, por lo que se aconseja no abandonar el puesto cuando hay personas que lo desean.
Este refrán está basado en un hecho histórico: durante el reinado de Enrique IV (1454-1474), rey de Castilla, se concedió el arzobispado de Santiago de Compostela a un sobrino del arzobispo de Sevilla, Alonso de Fonseca. Dado que la ciudad de Santiago estaba un poco revuelta, el sobrino pidió a su tío que ocupara él el arzobispado de Santiago para apaciguarlo, mientras él se quedaba en el arzobispado del tío, en Sevilla. Y así fue hasta que Alonso de Fonseca, una vez pacificada Santiago de Compostela, quiso volver a Sevilla. Como su sobrino se negaba a abandonar Sevilla, hubo que recurrir a un mandamiento papal a la intervención del rey castellano y al ahorcamiento de algunos de sus partidarios.
Estas frases muy antiguas las utilizan niños pero también adultos cuando se disputan por la posesión de un objeto o una posición privilegiada, como una especie de "si querías el objeto o posición, no deberías haberlo dado o abandonado."
Cuando sales de la habitación y vuelves y la otra persona ha ocupado tu sitio, puedes decir : “Quien se fue a Sevilla, perdió su silla”
En un sentido más amplio, también puede aludir a por ejemplo la pérdida de un empleo, por lo que se aconseja no abandonar el puesto cuando hay personas que lo desean.
Este refrán está basado en un hecho histórico: durante el reinado de Enrique IV (1454-1474), rey de Castilla, se concedió el arzobispado de Santiago de Compostela a un sobrino del arzobispo de Sevilla, Alonso de Fonseca. Dado que la ciudad de Santiago estaba un poco revuelta, el sobrino pidió a su tío que ocupara él el arzobispado de Santiago para apaciguarlo, mientras él se quedaba en el arzobispado del tío, en Sevilla. Y así fue hasta que Alonso de Fonseca, una vez pacificada Santiago de Compostela, quiso volver a Sevilla. Como su sobrino se negaba a abandonar Sevilla, hubo que recurrir a un mandamiento papal a la intervención del rey castellano y al ahorcamiento de algunos de sus partidarios.
Santa Rita, Rita, Rita lo que se da no se quita
Un ejemplo de cuando se usa este refrán : Son Marta y Raylan de News in Slow Spanish
Marta: ¡Hay que ver cómo me gusta el bolígrafo que me diste la semana pasada! ¡Es tan mono!
Rylan: ¿A ver el bolígrafo? ¡Oh, pensé que había perdido ese bolígrafo! Mmm...ahora recuerdo, ¡este bolígrafo te lo presté, Marta!
Rylan: ¿Santa qué? Mmm...que yo recuerde, ese bolígrafo te lo presté, no te lo di. Te lo presté para firmar esa solicitud que trajiste, ¿te acuerdas?
Marta: Rylan, no me vengas con esas. Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita.
Santa Rita, o Margarita Lotti, como en realidad se llamaba la santa, nació en la pequeña localidad italiana de Rocca Porena en 1381. Hija única, pronto quiso ingresar en un convento, pero sus padres la obligaron a casarse con apenas 12 años con Paolo di Ferdinando di Mancino, un hombre cruel y violento que constantemente la maltrataba y humillaba. Durante 18 años soportó Rita este terrible matrimonio, (“siempre da y nunca quita”)hasta que éste fue asesinado un día de vuelta a su casa.
Después fue admitida en el convento agustino de Cascia. Cuentan que a los 61 años, en 1428, recibió el estigma de una espina de madera que se le clavó en la frente y así es como aparece representada esta santa. Al parecer Rita pidió a una prima suya que le visitó una rosa del jardín del convento y en pleno invierno ésta la encontró, mostrando cómo nada es imposible de conseguir si algo se pide con fe. De ahí que desde entonces se la considere patrona de lo imposible.
El famoso dicho sería en realidad una degeneración del de «Santa Rita, siempre da y nunca quita»
Santa Rita nunca fue sepultada y aún hoy su cuerpo incorrupto permanece en la Basílica dedicada a ella en el monasterio de las agustinas de Cascia. Su fiesta es el 22 de mayo.
Un ejemplo de cuando se usa este refrán : Son Marta y Raylan de News in Slow Spanish
Marta: ¡Hay que ver cómo me gusta el bolígrafo que me diste la semana pasada! ¡Es tan mono!
Rylan: ¿A ver el bolígrafo? ¡Oh, pensé que había perdido ese bolígrafo! Mmm...ahora recuerdo, ¡este bolígrafo te lo presté, Marta!
Rylan: ¿Santa qué? Mmm...que yo recuerde, ese bolígrafo te lo presté, no te lo di. Te lo presté para firmar esa solicitud que trajiste, ¿te acuerdas?
Marta: Rylan, no me vengas con esas. Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita.
Santa Rita, o Margarita Lotti, como en realidad se llamaba la santa, nació en la pequeña localidad italiana de Rocca Porena en 1381. Hija única, pronto quiso ingresar en un convento, pero sus padres la obligaron a casarse con apenas 12 años con Paolo di Ferdinando di Mancino, un hombre cruel y violento que constantemente la maltrataba y humillaba. Durante 18 años soportó Rita este terrible matrimonio, (“siempre da y nunca quita”)hasta que éste fue asesinado un día de vuelta a su casa.
Después fue admitida en el convento agustino de Cascia. Cuentan que a los 61 años, en 1428, recibió el estigma de una espina de madera que se le clavó en la frente y así es como aparece representada esta santa. Al parecer Rita pidió a una prima suya que le visitó una rosa del jardín del convento y en pleno invierno ésta la encontró, mostrando cómo nada es imposible de conseguir si algo se pide con fe. De ahí que desde entonces se la considere patrona de lo imposible.
El famoso dicho sería en realidad una degeneración del de «Santa Rita, siempre da y nunca quita»
Santa Rita nunca fue sepultada y aún hoy su cuerpo incorrupto permanece en la Basílica dedicada a ella en el monasterio de las agustinas de Cascia. Su fiesta es el 22 de mayo.