Aparte de los días de Navidad, Año Nuevo y Reyes, la Navidad en España tiene otra fecha señalada: el día de la Lotería. Para muchos, trabajen o no, es el día en que empiezan las vacaciones de Navidad. El sorteo se celebra el 22 de diciembre por la mañana y acaba hacia el mediodía. Por la tarde, la ilusión ha pasado y la mayoría somos tan pobres –o tan ricos– como éramos al empezar la jornada.
Se utilizan dos bombos, uno para los premios y otro para los números. Hay una bola por cada número jugado y otra para cada premio. El premio más importante se llama “el gordo”. Hay también un montón de premios menores, la llamada “pedrea”. Unos niños sacan las bolas de los bombos y “cantan” los números y los premios.
Se utilizan dos bombos, uno para los premios y otro para los números. Hay una bola por cada número jugado y otra para cada premio. El premio más importante se llama “el gordo”. Hay también un montón de premios menores, la llamada “pedrea”. Unos niños sacan las bolas de los bombos y “cantan” los números y los premios.
Cada billete de lotería se subdivide en diez décimos. De todos los números se emiten series, es decir, cada billete de cada número se repite una serie de veces. Hay 100. 000 números (desde el número 00000 al 99999), con 170 series por cada número. Así, la emisión asciende a 3400 millones de euros.
El sorteo
Un niño del Colegio de San Ildefonso extrae una bola del bombo de números y otro niño, a la vez, una del de premios, siendo cantadas ambas por otros dos que insertan las bolas en unos alambres que se reúnen en una «tabla» hasta contener doscientas bolas de cada clase. Al llenarse la tabla, los cuatro niños que han participado en esa tabla son reemplazados por otros cuatro, y se repite el proceso. El sorteo de Lotería de Navidad concluye cuando en el bombo de premios no quede bola alguna.
Un niño del Colegio de San Ildefonso extrae una bola del bombo de números y otro niño, a la vez, una del de premios, siendo cantadas ambas por otros dos que insertan las bolas en unos alambres que se reúnen en una «tabla» hasta contener doscientas bolas de cada clase. Al llenarse la tabla, los cuatro niños que han participado en esa tabla son reemplazados por otros cuatro, y se repite el proceso. El sorteo de Lotería de Navidad concluye cuando en el bombo de premios no quede bola alguna.
Doña Manolita
Doña Manolita es un negocio de administración de lotería (la número 67) ubicado en la ciudad de Madrid, actualmente en la calle de Carmen, cerca de Puerta de Sol y es probablemente el más famoso de toda España. Doña Manolita comenzó su actividad en 1904 y el establecimiento pronto cobró enorme popularidad, por la cantidad de premios repartidos. La administración de Doña Manolita no da números de ventas, porque da «mala suerte», pero se calcula que en un año puede llegar a vender alrededor de 70 millones de boletos.
Existen varias teorías para explicar por qué Doña Manolita, y no otra administración, es capaz de repartir tanta suerte. La primera y más extendida es que al vender mucho, las probabilidades de que reparta alguno de los premios es mucho mayor. Y es cierto. Sin embargo, la pregunta inevitable es que cómo empezó todo. Aquí, fiel a la mística que rodea a la administración 67 de la capital, es que su fundadora fue a ver a la Virgen del Pilar y pasó varios décimos por su manto, lo que impregnó de fortuna a su establecimiento.
Los sueños del sorteo comienzan ya en verano cuando ya es habitual que las colas den la vuelta a la manzana hasta tres y cuatro meses antes de la celebración del Sorteo de la Lotería de Navidad. En agosto, con más de 35 grados, la serpiente de compradores se extiende por toda la calle del Carmen y se pierde en los esquinazos del viejo Madrid. Una vez llega el otoño, esta situación se multiplica con esperas de hasta tres horas.
Cada año, el estreno del anuncio de la Lotería de Navidad es una fecha marcada en rojo en el calendario. Un clásico como el turrón. Siempre son muy bonitos pero el anuncio del año 2014 para mí es uno de los anuncios más conmovedores. Nos presenta a un hombre, Manuel, que se lamenta de no haber comprado el décimo de Lotería de Navidad en el bar de siempre, y donde por caprichos del destino ha caído "el gordo".
Cuando toma la decisión de bajar al bar a felicitar a su amigo Antonio, descubre que le había guardado un décimo.
Doña Manolita es un negocio de administración de lotería (la número 67) ubicado en la ciudad de Madrid, actualmente en la calle de Carmen, cerca de Puerta de Sol y es probablemente el más famoso de toda España. Doña Manolita comenzó su actividad en 1904 y el establecimiento pronto cobró enorme popularidad, por la cantidad de premios repartidos. La administración de Doña Manolita no da números de ventas, porque da «mala suerte», pero se calcula que en un año puede llegar a vender alrededor de 70 millones de boletos.
Existen varias teorías para explicar por qué Doña Manolita, y no otra administración, es capaz de repartir tanta suerte. La primera y más extendida es que al vender mucho, las probabilidades de que reparta alguno de los premios es mucho mayor. Y es cierto. Sin embargo, la pregunta inevitable es que cómo empezó todo. Aquí, fiel a la mística que rodea a la administración 67 de la capital, es que su fundadora fue a ver a la Virgen del Pilar y pasó varios décimos por su manto, lo que impregnó de fortuna a su establecimiento.
Los sueños del sorteo comienzan ya en verano cuando ya es habitual que las colas den la vuelta a la manzana hasta tres y cuatro meses antes de la celebración del Sorteo de la Lotería de Navidad. En agosto, con más de 35 grados, la serpiente de compradores se extiende por toda la calle del Carmen y se pierde en los esquinazos del viejo Madrid. Una vez llega el otoño, esta situación se multiplica con esperas de hasta tres horas.
Cada año, el estreno del anuncio de la Lotería de Navidad es una fecha marcada en rojo en el calendario. Un clásico como el turrón. Siempre son muy bonitos pero el anuncio del año 2014 para mí es uno de los anuncios más conmovedores. Nos presenta a un hombre, Manuel, que se lamenta de no haber comprado el décimo de Lotería de Navidad en el bar de siempre, y donde por caprichos del destino ha caído "el gordo".
Cuando toma la decisión de bajar al bar a felicitar a su amigo Antonio, descubre que le había guardado un décimo.